Patronal y sindicatos exigen a las CCAA que asuman su responsabilidad en cuanto al manejo de los animales procedentes de Ucrania.

Patronal y sindicatos exigen a las CCAA que asuman su responsabilidad en cuanto al manejo de los animales procedentes de Ucrania

No es permisible un desequilibrio de responsabilidad hacia el sector privado veterinario que ponga en riesgo la salud pública.

El conflicto bélico de Ucrania ha desatado una grave crisis humanitaria con múltiples caras y realidades y una de ellas es la atención y control sanitario de los animales que cruzan la frontera acompañando a los refugiados.

Además de atender las necesidades básicas para la supervivencia, los estados de la UE necesitan poner en marcha un plan de mitigación de riesgos para la salud pública ya que Ucrania es un país con presencia de rabia endémica, declarando anualmente en torno a 1.600 casos.

El derecho a la protección de la salud de la población española está sólidamente recogido en la Constitución y en toda la legislación sanitaria, y recayendo la responsabilidad de su aplicación y defensa en las diferentes administraciones sanitarias del Estado, las CCAA y las administraciones locales.

Sin embargo, en esta ocasión ha sido una administración no sanitaria, como es el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), quien proclamándose como interlocutor de la Salud Pública de forma unilateral, ha creado un protocolo de actuación contemplando que los Servicios Oficiales Veterinarios (SOV) de las Comunidades Autónomas de destino son los responsables de llevar a cabo todas las medidas de mitigación de riesgo contempladas en el plan y que pueden ejecutarlas en colaboración con otras administraciones competentes o «con entidades privadas o profesionales sanitarios que prestan su colaboración voluntariamente y sin ánimo de lucro».

Pero a la hora de aplicación del plan se está generando un problema importante de gestión ya que la mayoría de las CCAA están comprometiendo, literalmente, a los centros sanitarios veterinarios privados (CSV), convirtiéndolos en responsables al volcar todo el trabajo efectivo de atender a los animales (identificación, vacunación, extracción de muestras de sangre, envíos a los laboratorios, incluso induciendo, en algunos casos, la realización de la cuarentena contemplada de 3 meses en sus instalaciones).

Esta situación crea a los centros sanitarios veterinarios un inmenso problema de gestión de riesgos laborales y de responsabilidad civil y penal en caso de aparición de un caso positivo de rabia, enfermedad con un 100% de mortalidad en animales y personas.

Y así lo reconoce el propio protocolo que dice literalmente: «el riesgo cualitativo de los animales de compañía que pueden llegar acompañando a sus dueños sin asegurar el cumplimiento de los requisitos habituales es muy elevado, y dependiendo del número de refugiados que accedan a nuestro país en esta situación, hará que el riesgo cuantitativo pueda incrementarse de forma considerable. Por tanto, la evaluación preliminar es de riesgo alto».

En este escenario ya no puede hablarse de solidaridad del profesional sanitario veterinario y de las empresas sino de profesionalidad y de conciencia hacia la salud laboral y hacia la salud pública.

Están hablando de un problema de responsabilidad desmesurada transferida al sector sanitario veterinario privado que sus empresarios no pueden asumir al ser la mayoría microempresas con escasos recursos que no les permite aumentar ni las pólizas de responsabilidad civil, ni los gastos de su producción en este contexto (medidas de bioseguridad, EPI específicos, desinfecciones, cese temporal de actividad si hay un caso positivo en sus instalaciones, etc.). Y tampoco ver como otros animales atendidos en sus centros están en riesgo de sacrificio por encontrarse en el lugar inoportuno en el momento inadecuado.

Por su parte, CCOO ha enviado una pregunta con carácter de urgencia al Ministerio de Sanidad para ver si toman cartas en el asunto ante tan delicado escenario, al considerarlo una cuestión de salud laboral y salud pública. A la vez y con intención de remarcar su necesidad y urgencia, ha enviado una circular a sus delegaciones territoriales para que sigan la misma línea y eleven la pregunta a sus correspondientes interlocutores públicos autonómicos en materia de Sanidad.

En este sentido, los agentes sociales exigen a las comunidades autónomas que asuman su responsabilidad y que sean los Servicios Veterinarios Oficiales de Salud Pública los que lleven a cabo preferentemente todas las medidas de control sanitario frente a este riesgo sanitario, desde la identificación, vacunación, toma de muestras y envío al laboratorio, desparasitación con tenicidas, hasta la realización de las correspondientes encuestas epidemiológicas, y en el caso de que soliciten colaboración a los veterinarios clínicos privados, les faciliten las instalaciones y medios necesarios para que los facultativos veterinarios puedan desarrollar su labor en un entorno seguro y con todas las garantías para la máxima protección de la salud pública comunitaria.

Actuando de este modo se evita, entre otras cosas, la mezcla innecesaria que podría darse en las recepciones de los CSV entre los animales nacionales y sus dueños, y los procedentes de Ucrania que todavía no hayan pasado la cuarentena correspondiente, siendo una medida muy lógica y económica de disminución del grave riesgo para la salud pública de una posible transmisión y de todas las medidas posteriores para manejar un brote.

Cabe destacar y de forma expresa que a estas horas, la mayoría de veterinarios sigue desconociendo el qué, el cómo y el dónde hay que notificar los casos de los que sean conocedores, por tanto se exige con urgencia que se les transmita el contacto directo del organismo sanitario autonómico designado para ello, ya que este procedimiento es el único al que se les obliga en el protocolo y es lo que impide, por el momento, el poder cumplirlo.

El veterinario es solidario por naturaleza y vocación, de ejemplos se llenan páginas, sin embargo, la salud de sus profesionales y la salud pública, van por delante. No hay que olvidar que estamos ante una zoonosis que produce una mortalidad del 100% en el ser humano y por lo tanto es imprescindible tomar las medidas más estrictas posibles para evitar un contagio.

También destacan que estamos frente a un grave riesgo de salud pública para la comunidad debido a la presencia de animales sin el adecuado control sanitario veterinario que, además, en caso de confirmarse un caso positivo, crearía restricciones de movilidad de los animales vivos por un mínimo de 6 meses y en un área de 30 km. en los territorios afectados, lo que supondría un impacto económico importante en turismo y en la cadena alimentaria.

Apunta FESVET que su deber como agentes sociales del ámbito de la salud es también velar por la protección y mejora de la salud pública comunitaria, incluyendo en ella, por su puesto, la salud laboral de sus facultativos y el resto de trabajadores del sector.

Su deber como médicos veterinarios es utilizar sus conocimientos para proteger la salud de las personas pero, por otra parte, el deber de las administraciones es proporcionar los medios y condiciones para que, ya sea desde el ámbito público o privado, o de una combinación de ambos, los profesionales sanitarios puedan ejercer su labor sin que les suponga un inasumible riesgo para su propia salud y, por supuesto, sin que les suponga un coste, menoscabo o discriminación económica.

Que se pida voluntariedad apelando a la solidaridad es comprensible, y los veterinarios siempre han sido solidarios, pero que se pida gratuidad apelando a las emociones es una desconsideración que casi roza el insulto hacia esta profesión, máxime cuando aún estamos sufriendo una pandemia en que se ha podido ver claramente que a otros facultativos y técnicos sanitarios se les ha gratificado generosamente su voluntariedad sin poner en duda en ningún caso su solidaridad e incluso premiándolos públicamente.

Consecuencia de ello, en CEVE han considerado oportuno realizar unas anotaciones al protocolo publicado por el atípico y autoproclamado interlocutor de Salud Pública, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para evitar dificultades con los refugiados procedentes de Ucrania y riesgos para la salud comunitaria debidos a sus animales de compañía y que ya ha sido transmitido a la administración central.

El objetivo es evitar que se obvien los problemas que puede conllevar la aplicación del protocolo y, con un afán de colaboración constructiva, exponer su punto de vista y aportar soluciones para que la gestión sanitaria de los animales que deban ser acogidos se realice de la forma más eficaz posible y comporte el mínimo riesgo para los profesionales, la salud pública y la economía.


Dejadnos, por favor, vuestro comentario sobre la percepción que tenéis de este tema, ya que vuestro punto de vista nos ayuda a mejorar y avanzar.

22 comentarios en “Patronal y sindicatos exigen a las CCAA que asuman su responsabilidad en cuanto al manejo de los animales procedentes de Ucrania.”

    1. Gracias Abel por tus palabras. No percibir cuál es el sentido real del problema en esta situación, la salud pública y la seguridad por delante como muy bien comentas, induce a pensar sobre por qué no se percibe cuando la gravedad del tema es extrema. Seguimos trabajando para aflorar conciencia y despertar la urgencia del mismo. Saludos cordiales.

  1. Como siempre se nos está pidiendo que seamos solidarios, que ha eso no nos gana nadie, pero para variar, teniendo que cubrir costes mayores y poniendo en riesgo nuestra salud y la de nuestros clientes, y todo ello sin nisiquiera consideramos sanitarios, me parece vergonzoso, por no hablar ya de que no siquiera recurren al ministerio adecuado, deberían revisar a que profesionales acuden para asignar estos cometidos, ya que claramente no tienen mucha idea de lo que tienen en sus manos

    1. Muchas gracias Ana por tus aportaciones que, todo sea dicho, se recogen casi al completo en la nota de prensa y son fiel reflejo de lo que actualmente vivimos ya que en situaciones de quebranto de vida, como es el caso, la solidaridad emana sin necesidad de ser solicitada y menos condicionada a trabajar contra pérdidas de la empresa. Y por encima de todo ello está la protección, como dices, de la salud laboral y de los clientes. Agradecemos vuestro apoyo y la perspectiva que tenéis sobre este balanceo de responsabilidad. Hay que estar muy enfocado para poder gestionar situaciones de gravedad donde la salud pública se pone en serio riesgo. Saludos y feliz día.

  2. Gracias por describir de una manera tan razonada el despropósito improvisado con el que las Administraciones han intentado implicarnos. En un afán de buenismo ignorante más propio de un «influencer» buscando «likes» en redes sociales los ¿responsables? de estas medidas no han dudado en exponer a todo el Estado a un riesgo que teníamos controlado durante más de seis décadas. Yo opté por no entrar como voluntario en este plan ante el panorama que se avecinaba y aún así he podido detectar que han llegado animales sin ningún control sanitario que permanecen en domicilios particulares sin que las autoridades conozcan su existencia y, en el caso de los gatos, de difícil detección al no salir de sus hogares. La solidaridad no justifica esto.

    1. Gracias Fernando por tus aportaciones que son de valor ya que visibilizan varias situaciones en la que muchos compañeros se encuentran hoy día. Es genial el símil que añades de redes sociales ya que esa es la impresión que se ofrece. Es muy triste, y es lo que se detecta en una situación como la actual, que incluso con una situación tildada de riesgo grave por el propio Ministerio en su protocolo, parece que se tenga mucho más en cuenta el «cómo vamos a quedar como organización o institución frente a los medios de comunicación y las redes sociales» que la gravedad real del momento. Solo el hecho de «pedir solidaridad» cuando esta nace de los valores del veterinario, sin más, apoya con creces el planteamiento que aportas. Agradecido por tu participación, Fernando. Saludos y feliz día.

      1. Por desgracia las autoridades q rigen este pais no dejan de sorprendernos con su falta de coherencia en las planificaciones para el control de situaciones de urgencia. Llevan decadas manteniendo sus sillones y egos con planes miserables y cortoplacistas a todos los niveles pero en este caso al que nos atañe: asegurar como bien decis un derecho constitucional; la salud publica. Lo unico q hacen en aprobar leyes inutiles q no hacen sino crear trabas burocraticas absurdas q de nada sirven. Castigan al ciudadano respetuoso con las normas establecidas y dejan q los q viven al margen de la ley campen a sus anchas por no asignar los recursos necesarios para el control del cumplimiento de normas q no son para nada utiles ni apropiadas para la gestion de temas de tanta transcendencia como es la salud publica. No generan sino parches inutiles sin el asesoramiento de los q estamos al pie del cañon y conocemos el alcance de los problemas y sabemos cuales son las necesidades reales,objetivas y podemos aportar conocimiento para instaurar soluciones eficaces que puedan dar un control coordinado a los problemas y generar protocolos de antemano para la actuacion cuando aparecen situaciones de urgencia. Y encima cuando llegan los problemas de los q tanto tiempo llevamos avisando se permiten el lujo de poner ntra integridad fisica, emocinal y ecomomica en peligro para parchear su ineptitud y de paso tener las espaldas cubiertas tachandonos de insolidarios. Yo desde luego,no entro en el juego. Mientras no se asigne un protocolo apropiado y se dote a este de los medios apropiados para q sea util y seguro, lo unico q hare sera dar parte a los veterinarios oficiales q por el momento es lo unico claro q saco del ambigo protocolo redactado y publicado.
        Gracias CEVE por estar al pie del cañon y creo q debemos de mantenernos todos firmes para q se nos oiga y se nos tenga en cuenta. Es una verguenza.

        1. Gracias Belén por tus palabras, nos ayudan mucho a seguir, como dices, al pie del cañón ya que vuestra voz y acompañamiento es la que nos da fuerza.

          Esta situación demanda sentido común por parte de los veterinarios y un análisis muy a conciencia porque no hablamos de solidaridad sino de profesionalidad, de protección de la salud profesional y social por parte de los clientes en el centro, y de la salud pública. Tenemos ya muy internalizado, por experiencia vital, que las decisiones tomadas desde el posicionamiento político cuando las causas son de salud pública, no suelen funcionar bien y ello es un hecho consumado.

          Consecuencia de ello y como es el caso, dado que nadie tiene control sobre las decisiones políticas, sí debemos armarnos de valor y ser los veterinarios quienes sí tengamos conciencia y decisión clara sobre los riesgos que corremos. Y no temamos a una «solidaridad» que casi se nos exige bajo riesgo de ser etiquetados como «insolidarios» si no la atendemos, temamos a las posibles consecuencias de salud profesional y salud pública así como a las repercusiones legales, civiles e incluso penales que podríamos sufrir, caso de contagio y de haber entrado al trapo sin atender primero a lo más importante, nuestra salud y la de los nuestros, profesionales y clientes.

          Porque al final, como reza el manifiesto propio del MAPA, «el riesgo cualitativo de los animales de compañía que pueden llegar acompañando a sus dueños sin asegurar el cumplimiento de los requisitos habituales es muy elevado, y dependiendo del número de refugiados que accedan a nuestro país en esta situación, hará que el riesgo cuantitativo pueda incrementarse de forma considerable. Por tanto, la evaluación preliminar es de riesgo alto».

          Gracias Belén por compartir tu punto de vista.

  3. Gracias Fernando por tus comentarios.
    No se dan cuenta que nosotros somos la herramienta que necesitan para hacer bien las cosas.. y de esto.sabemos nosotros..

    1. Gracias Javier también por aportar un hecho que, siendo clave en la gestión, se tiene desatendido y olvidado como es el papel del veterinario como experto real, no siendo esta la primera crisis en que se obvia su presencia. Esperemos que se vaya corrigiendo gracias a vuestra voz y esperemos, por igual, que sea la última. Saludos y feliz día

  4. Gracias por defendernos, muy cansada de que todos jueguen con nuestro trabajo, nuestra comida y nuestra salud de forma impune. No puedo obligar a mis trabajadores, vecinos y pacientes a correr un peligro innecesario por no hacer las cosas bien o por un falso altruismo que sólo esconde un no hay dinero para hacer las cosas bien.

    1. Muy cierto Natacha, gracias, aquí existe una responsabilidad que prima sobre todo lo demás y hay que ser firme con ello. Poco más que añadir. Saludos

  5. El artículo plantea la situación perfectamente, pese al disparate de qué se trata. Y este disparate lo ha generado la administración al no pensar o planificar que una situación cómo está podría ocurrir, sin ir más lejos por los casos de rabia selvática que hay en Francia y Centroeuropa, y el flujo de personas que desde estas zonas atraviesan nuestro país rumbo al estrecho para ir a sus países en África todos los veranos. Es decir, que esta situación iba a ocurrir más pronto que tarde.
    Ahora hay que improvisar una solución, y la más practicada por la administración es echar balones fuera y poner la pelota en el tejado de otro. En este caso, ese «otro» somos los veterinarios clínicos, que sabemos sacar sangre, y como pagamos tan pocos impuestos (unico colectivo filo-sanitario (así nos consideran) que paga el 21% de IVA), podemos exponer nuestras empresas y nuestra salud y la de nuestros empleados para sacarles las castañas del fuego.
    Así que es evidente qué hace falta otro planteamiento más elaborado y juicioso para afrontar el problema que ya tenemos encima, en lugar de esta chapuza con la que pretenden salir del paso sin salpicarse.

    1. Muchas gracias por compartir vuestro punto de vista, Fernando. Como dices, lo necesario es pensar en nuestra integridad como veterinarios y proteger a la vez la salud pública entendiendo el riesgo que supone, por ejemplo, mezclar animales en una consulta. En fin, nada que no sepáis y precisamente por ello urge pensarlo con conciencia ya que a la parte política, no llegamos como profesionales. De ahí que se nos escuche y cuanto más fuerte mejor. Gracias y feliz día

  6. Gracias a CEVE por darnos voz.
    En nuestra comunidad autónoma todavía no tenemos ninguna comunicación oficial de como actuar ,ni sabemos si se está haciendo algo por parte de los servicios veterinarios oficiales .Mientras tanto ya hay mascotas aquí, que están acudiendo a centros sanitarios veterinarios privados a pedir ayuda.
    ¿qué vamos a hacer si se nos presentan de urgencia con signos de enfermedad? ¿ los atendemos poniendo en riesgo nuestra seguridad , la de nuestros empleados y clientes, o los dejamos de atender y los mandamos a casa poniendo en riesgo la salud pública?
    Nos consta que ha habido al menos una reunión entre las autoridades competentes de la CCAA con los colegios oficiales de las dos provincias , en la que no han querido incluir a las patronales ,pese ha haberlo solicitado.
    Parece que no se dan cuenta que los colegios no representan al sector privado y que no pueden negociar en nombre de los centros sanitarios veterinarios donde tambien trabajan personas que no son colegiadas.Pretenden hablar en nombre de empresarios y trabajadores sin tener en cuenta a Patronales y Sindicatos.
    Un desproposito total

    1. Agradecidos por tus palabras, Gracia. Como dices, además de que las administraciones desvían la atención de su propio protocolo al derivar responsabilidades en la veterinaria privada, los colegios profesionales no deberían exceder sus competencias al no tenerlas en el ámbito de la empresa veterinaria privada.

      Son situaciones en las que flota una responsabilidad que, en caso de problema grave en un centro veterinario, cualquier colegio que hubiera «reclutado» al mismo fuera de sus competencias, sin duda haría lo posible por evitar cualquier responsabilidad al respecto. Hay que ser muy firme en este posicionamiento, entre otros varios. Mucho ánimo y a seguir en la brecha que de nuestra conciencia depende el evitarse un desastre. Saludos cordiales

  7. Totalmente de acuerdo con todo lo comentado. Somos sanitarios y nos preocupa sumamente que pueda aparecer un foco de Rabia u otras enfermedades contagiosas tanto hacia animales como a personas, pero no se puede apelar a solidaridad cuando las autoridades lo que hacen en realidad es dejadez de sus funciones.

    1. Gracias Justo por tu comentario ya que apelas a lo comentado, a la profesionalidad íntegra del veterinario y a que se pida «solidaridad» cuando en verdad se está responsabilizando a la empresa veterinaria de algo de lo que no puede asumir. Y el tema de la rabia, como dices, una zoonosis con 100% de letalidad en animales y personas, parece formar parte de ese «abanico» de desidia y dejadez que se abandera desde las administraciones. Saludos y gracias por compartir

  8. La solidaridad con Ucrania no está por encima de la salud de los trabajadores de los centros ni de la seguridad juridica y laboral de las empresas en las que trabajan

    1. Muy de acuerdo, Amancio, hay que definir muy conscientemente las prioridades pensando en salud laboral y salud pública y de forma desarraigada de las propuestas de la administración ya que, visto lo visto, la inmensa mayoría de veterinarios están a ciegas ya que nadie les ha informado ni hay dónde informarse sobre el qué, el cómo y el dónde hay que reportar casos al tener conocimiento. Un despropósito real de extrema urgencia. Saludos y feliz día

  9. Muchas gracias Ceve por vuestro trabajo para defendernos de estas administraciones que no se enteran del trabajo que hacemos en las clínicas, ni saben nada de rabia y riesgos laborales.
    Una pena que, una vez más, el Consejo no esté luchando junto con sus asociados. Y bueno que otras organizaciones si lo hagan.
    Ya sabemos que la unión hace la fuerza.
    A ver si empiezan a escucharnos

    1. Gracias a ti, Mª José por apoyar y aflorar lo «invisibles» que son los veterinarios para muchas administraciones y como dices, quizás quien debería defender al veterinario como profesional y que desea ayudar en su tiempo libre, en lugar de atenderle vaya a la «caza y captura» de las empresas privadas que no solo escapan a sus competencias sino que las «reclutan» desde las emociones en un intento por ser ellos «mediáticamente fieles» al discurso y erigirse en los únicos «solidarios». Como antes hemos citado, no es de solidaridad de lo que va esto, es de profesionalidad, de velar por la salud laboral y la salud pública y por atender las necesidades de un país en un momento crítico como el actual que no ha hecho casi más que empezar. Esto no va de salir en prensa sino de salir de esta situación con máximas garantías de salud. Saludos y gracias por tu comentario

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